Saldo rojo de la democracia en Oaxaca. Las enseñanzas para Yucatán.

16 diciembre 2010

José Luis Sierra V.

Sí, es cierto, fue en contienda democrática como la sociedad oaxaqueña pudo despojarse del pesadísimo lastre que representaba el caciquismo y, en particular, la persona y el grupo político de Ulises Ruiz Ortiz. Pero no nos engañemos, para que Gabino Cué lograse el triunfo electoral, resultó necesario que su alianza interpartidista, fraguada al cobijo de Diódoro Carrasco, contara con el respaldo de los exgobernadores Vázquez Colmenares, Heladio Ramírez y José Murat, todos priístas activos.

Ganó Gabino, es cierto, pero la democracia, sus instituciones y sus procedimientos no pudieron evitar la polarización social, ni la represión o las muertes que aquella propició. No se pudieron frenar –para no hablar de impedir o sancionar- los excesos de Ulises Ruiz. No se pudo obligarlo a rendir cuentas ni se pudo impedir que Congreso y juzgados extendieran certificados de impunidad al depredador de famas, de vidas y de riquezas.

(…)

Pasado el período de gracia que acompañó a Ibón Ortega en sus primeros años de gobierno, la sociedad yucateca experimenta ahora la fase del declive, el deterioro económico y político que implica división, confrontación permanente, polarización social y descomposición política.

No nos llamemos engañados por el mal gobierno de Ibóm Ortega: era BOLA CANTADA. No se podía esperar otra cosa de una pandilla que llegó al poder con afanes revanchistas. Tenemos un gobierno de arribistas, un gobierno faccioso que sólo ve y trabaja por sus intereses de grupo.

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Mala señal que los principales asesores de la gobernadora mientan, amenacen e insulten

20 septiembre 2010

José Luis Sierra V.

Pregúntese, lector amigo, cibernauta amiga, pregúntese por qué razón salieron a la luz los dos empleados más importantes al servicio personal de Ivonne Ortega: Ulises Carrillo y Gabriela López. Él, chiapaneco de origen, responsable del “discurso” y encargado del “despacho”, con todo lo que esto representa. Ella, oaxaqueña, operadora de “la imagen” de una gobernadora que ha hecho de su figura razón de su gobierno.¿Tuvieron que salir forzados por las circunstancias?¿Así lo decidieron ellos o fue producto de un resbalón?

(…)

Las hipótesis y las conjeturas podrán ser muchas, lo cierto es que Ulises y Gabriela, Gabriela y Ulises explotaron de fea forma y al mismo tiempo, asumiendo actitudes soberbias y prepotentes que, muy probablemente, son las que utilizan de manera habitual con los integrantes del equipo de gobierno, valiéndose de su cercanía con la gobernadora. La “burbuja de protección” se quebró y dejó de funcionar. Ahora están expuestos y sujetos a la supervisión de la sociedad, a la crítica de estudiosos, de descontentos y de opositores; ahora serán, también, blanco del “fuego amigo”…

La pregunta a responder en las semanas por venir es si seguirán siendo efectivos a las numerosas y graves necesidades de la Ñora del Justam. Y, si pierden efectividad, ¿seguirán siendo indispensables?

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