Del VOTO BLANCO al VOTO ÚTIL: una propuesta para impedir la marranización de Mérida sin caer en el inmovilismo laviadista…

3 abril 2010

Los bloggeros, los twitteros y facebookeros, los cibernautas CON ESPÍRITU CRÍTICO Y LIBERTARIO estamos ante el reto de demostrar y demostrarnos nuestra real fuerza, nuestro peso como grupo organizado en una sociedad fragmentada por el clientelismo electoral y por la corrupción política.

Lo intentamos antes y logramos algo nunca experimentado por la sociedad mexicana: PROMOVER EL VOTO EN BLANCO hasta alcanzar el cuarto lugar como fuerza electoral a nivel nacional.

De lo que se trata ahora es de PONERLE UN CERCO AL AUTORITARISMO Y A LA CORRUPCIÓN en Yucatán. Se trata de impedir que Ibóm Ortega se haga del CONTROL ABSOLUTO DE YUCATÁN, al asegurarse el gobierno de la alcaldía de Mérida (de su presupuesto y,ojo, ¡¡de sus tierras!!) y del Congreso del Estado.

La bronca, la bronquísima que tenemos los cibernautas libertarios, los progresistas, es que, frente a la candidata títere de Ibóm no se cuenta con una candidata con agallas, ni siquiera identificada con los meridanos por su trayectoria de honradez, de congruencia política y de lucha honesta y transparente. NO TENEMOS CANDIDATOS CIUDADANOS (con una estructura propia y confiable), y la candidata del PAN no nos garantiza los mínimos de credibilidad política. ¿Cómo hacerle?

Tenemos que desarrollar una estrategia de doble filo: por un lado, un movimiento ciudadano de resistencia y de rechazo a Ibóm y a sus objetivos; pero, al mismo tiempo, una estrategia para convencer, para presionar, para obligar a Beatriz Zavala a asumir compromisos de Gobierno de cara a la sociedad meridana, a sus aspiraciones y para atender sus problemas reales.

¿En qué tipo de compromisos estoy pensando (sujetos, desde luego, a discusión y enriquecimiento): conformar, desde ahora, un equipo de Gobierno, plural, integrado por personas con calidad profesional y personal (debe integrar a Viteli y, pienso yo, invitar a colaborar a Yazmín y a Israel Izquierdo, ahora candidatos de PT y de Convergencia). Luchar porque el control del transporte y de la sanidad, pasen al Municipio y proponer esquemas integrales para ambas ramas. Hacer suya la propuesta de la Red Municipal de Mercados Públicos, la de guarderías y casas de cuidado para viejitos. Recuperar en los hechos el control del mercado de tierras, restableciendo la Reserva Territorial que incluya un amplio y bien consolidado Cinturón Verde en torno a la mancha urbana meridana. Comprometerse al desarrollo de dos parques para MIPYMES (en el oriente y en el sur), integrando a universidades y centros de investigación en su desarrollo. Convertir los terrenos de La Plancha en plataforma de Ciudad del Conocimiento especializada en Salud, Logística y Nuevas Tecnologías. ¿Qué te parecen estas ideas, nada más para arrancar un posible compromiso del VOTO ÚTIL?

En próximo mensaje detallaré posibles acciones a realizar y un conjunto de comentarios para motivarlas y para asegurarles una misma dirección.


Las alianzas “contranatura” y el despertar de una sociedad engañada, sojuzgada. Un llamado a la subversión.

24 marzo 2010

José Luis Sierra V.

Aún a riesgo de que se mal interprete, pienso que a la sociedad mexicana no le queda otra vía que la SUBLEVACIÓN, entendida ésta como subversión del orden jurídico e institucional vigente para superar la espiral de descomposición política y moral en que nos encontramos. Hay que cambiar, de raíz, el entramado jurídico e institucional pero, sobre todo, al grupo político que se encargó de pervertirlo.

Cada día, todos los días, nos brinca una nueva “sorpresita”, que sólo nos confirma que estamos en los albañales y que éstos fluyen siempre en declive, hacia abajo. A resultas del atentado a Salvador Cabañas nos enteramos del pacto mercadológico-electoral suscrito entre TELEVISA y el Partido Verde, seguramente apadrinado por Dom Beltrone. Que si el diputado Mendoza obtuvo una de las curules del PANAL fue por ser “novio” de la hija de Elba Esther, pero que ahora que los querubines “cortaron” le levantaron al concubiputado la canasta, lo dejaron sin cobija y le quitaron la curul. ¿Prefiere que hablemos del ajusticiado de Santa Catarina o de la doble filiación de los “rudos” de Garza García?

Resulta insólito que haya sido el asesinato de tres empleados del Consulado norteamericano la razón para que se hablara, por primera vez en México, de la pandilla de Los Aztecas que, en más de quince años de investigaciones, nunca jamás fueron siquiera mencionados por las autoridades que debieron atender y resolver los casos de “las muertas de Juárez”. ¿Será que esa pandilla, con cientos y miles de integrantes, será que no haya tenido nada que ver con alguna o algunas de las muertes de mujeres en Ciudad Juárez? ¿Cómo es que sus fundadores y dirigentes se encuentran presos en El Paso y no en México, que es “su” territorio?¿Estaremos ante el primer caso de delincuentes que cometen sus fechorías en territorio gringo y mantienen el suelo mexicano como “zona neutra”?

Pero, a pesar de la gravedad de todos esos asuntos, ninguno resulta relevante si lo que se persigue es ser una sociedad distinta, porque todos esos casos son meros efectos del verdadero problema, que es la podredumbre institucional. Tenemos que reconocer y aceptar que la corrupción en México no es asunto de personas ni su explicación se encuentra en la moral, en la ética o en la impunidad que deriva de las insuficiencias legales. No, la corrupción en México dejó de ser la argamasa del entramado institucional para convertirse en EL EJE DE LA VIDA PÚBLICA: se ha convertido en el factor de ordenamiento de las instituciones y de las personas que en ellas sirven. No son los excesos o los defectos de éstas los que dan vida a la corrupción sino que las instituciones se han convertido en maquinarias complejas que requieren de la corrupción para funcionar. Encuéntrese e inhabilítese a un corrupto y, quien lo sustituya, hará las veces de pieza de recambio, indispensable para que la maquinaria siga funcionando igual o mejor que antes.

Veamos lo que ocurre en los partidos políticos, porque son éstos y no la ciudadanía los que determinan –directa o indirectamente- la conformación y el desempeño de los tres poderes y de las instancias autónomas…

Por si nos quedaba duda de la descomposición en que se encuentran las dirigencias partidistas, en estos días hemos podido confirmar que no son capaces de hacer sus diferencias a un lado, ni de renunciar a sus objetivos de grupo ante el interés general o las urgencias del país.

El rumbo que ha tomado la Reforma Política (de la Reforma Laboral ni tiene caso hablar) nos deja ver, con toda claridad, que los partidos políticos SON PARTE DEL PROBLEMA que vive México y que cualquier transformación positiva que se pretenda DEBE EMPEZAR POR CANCELAR el actual Sistema de Partidos y el control que las dirigencias partidistas se han arrogado sobre los tres poderes y sobre las instituciones electorales, en franca complicidad con los PODERES FÁCTICOS (Iglesia católica; militares; monopolios privados; medios electrónicos de comunicación; personeros e intermediarios de los intereses norteamericanos; narcos; gobernadores; etc.).

No hay partido que se escape a la descomposición. Los actuales partidos, surgidos, crecidos y consolidados todos al amparo del PRESIDENCIALISMO y del partido hegemónico, resultaron organismos a su imagen y semejanza, con dirigentes formados en la escuela de la corrupción, de la mentira y las tranzas, de la falsa representación popular, de las simulaciones electorales. Al debilitarse la institución presidencial, los gobernadores se hicieron del control vertical y represivo en sus respectivas entidades. En once estados de la República sigue sin conocerse la alternancia; allí no se enteraron de la derrota que la sociedad mexicana propinó al autoritarismo, en el año 2000. Pero en todos esos estados se viene aplicando, con dispendio y método, la “vacuna” contra el pluralismo y contra el riesgo de “terremotos electorales”. En algunos estados, como Chihuahua, Nayarit y Yucatán, después de un período de alternancia, el populismo autoritario retornó con nuevas envolturas pero contenidos fermentados. Sobre esa base avanza la restauración del PRI de siempre, ahora revestido de la modernidad que alimenta su veta simuladora.

Las alianzas electorales entre partidos ideológicamente incompatibles resultan lógicas cuando se entienden como expresión de un hartazgo social. Hartazgo que pudiera ser insuficiente, todavía, para remontar la pronunciada cuesta electoral, por lo menos en algunos estados. En esas alianzas, los propios dirigentes partidistas se “hacen a un lado” para dejar que sea la sociedad la que despliegue una lucha de resistencia al autoritarismo y a la corrupción. Como sucedió con Fox en la coyuntura del 2000, se escogen figuras fuertes, las más de las veces con los mismos orígenes y con los mismos vicios que los abanderados del caciquismo, sabedores del tipo de lucha que hay que dar y de los arrestos personales que demanda esa apuesta aventurada.

Las alianzas partidarias que algunos CAPOS han tildado de “contranatura” son, tal vez, la última llamada del sistema electoral vigente para intentar su transformación con “fuerzas prestadas”, con los arrestos que se puedan cohesionar y organizar DESDE LA SOCIEDAD. De no resultar efectivos estos intentos el paso que sigue será la movilización social al margen y en contra de los partidos políticos y con demandas muy puntuales, que poco o nada tienen que ver con propuestas para el desarrollo o con programas de Gobierno pero que resultan vitales, fundamentales para reponer el mandato ciudadano: rendición de cuentas; cumplimiento de la ley; instituciones ciudadanas con garantía de representación.

La movilización que se gesta, la magna alianza ciudadana que empieza a fraguarse se fincará en valores éticos y tendrá como objetivo central restaurar a la verdad como eje de la política. Y que no se asusten los políticos de todos los signos y niveles porque son ellos los que se han encargado de atizar la hoguera del descontento, son ellos los que han permitido que se definan y se aclaren los objetivos y los alcances de esta lucha, digno marco para celebrar los 200 años de vida independiente y para honrar la gesta revolucionaria de 1910.


Del pacto de Bucareli y el deterioro político. Javier Corral Jurado

21 marzo 2010
Javier Corral Jurado  (El Universal; 21 de marzo de 2010).

El clima de crispación vivido hace un par de semanas en la Cámara de Diputados, además de mostrar penosamente el nivel de deterioro del debate político, muestra con toda claridad la necesidad de una reforma profunda del Congreso y de las instituciones que componen el sistema de representación popular. Como en pocas ocasiones ha quedado de manifiesto la importancia de reducir el número de diputados y darle paso a la profesionalización que entraña la reelección consecutiva de los legisladores.

Urge elevar la capacidad y calidad deliberativa de los representantes populares, establecer un nuevo sistema de responsabilidades, así como depurar las reglas y mecanismos para el procesamiento de la agenda legislativa, mucho más enfocada a la disputa electoral —casi permanente en nuestro país—, que a atender las propuestas de reforma estructural en las materias política, económica, laboral, educativa, de derechos humanos y medio ambiente.

Denigrada la política ante la opinión pública, mermada su credibilidad y confianza ante la mirada ciudadana, el comportamiento de la mayoría de los diputados no hace más que atizar el fuego del descrédito público, y se vuelve más vulnerable ante la presión y el chantaje de los demás poderes, fundamentalmente, de los poderes fácticos, quienes ven realizado su sueño: el debilitamiento de la clase política.

Sí, fue penoso porque la discusión descendió al nivel del insulto, la descalificación personal, diatribas y acusaciones mutuas. Porque si los legisladores no nos respetamos a nosotros mismos, difícilmente vendrá el respeto de fuera. No creo que haya un solo legislador que sinceramente se sienta satisfecho de lo acontecido en las sesiones del martes y miércoles de hace dos semanas. Hay quienes dicen que esto en lugar de ahondar la parálisis, sacudirá la conciencia, que se abre la oportunidad para reorientar el debate y reencauzar la tarea hacia mejores motivos. Ojalá.

Empiezo por señalar esta imagen vulnerada y esta condición vulnerable de quienes somos legisladores federales, porque se trata de la parte más visible y ostensible de los saldos inmediatos que dejó el ya famoso “pacto de Bucareli”, que ni empezó ahí, ni terminan con ello sus efectos. Sin embargo, quiero dejar claramente asentado mi desacuerdo con ese tipo de convenios, y con lo que me parece ridículo, las posteriores interpretaciones que se han formulado desde distintos ámbitos del gobierno federal sobre el convenio.

Así como defendí en la tribuna de la Cámara de Diputados que, en efecto, César Nava no ha mentido cuando señala que el PRI colocó como condición de la aprobación del paquete fiscal la no formación de coaliciones entre el PAN y el PRD, al mismo tiempo expresé mi diferendo con lo que he calificado como acuerdo vergonzoso.

Si ésta fue la contraprestación priísta no asentada en el documento, no se necesita del polígrafo para verificar quién miente o quién dice la verdad, basta con recuperar declaraciones del mismísimo coordinador de la bancada priísta en San Lázaro, don Francisco Rojas, para darnos cuenta de que tras la aprobación del paquete fiscal aceptó en entrevista con el periódico Reforma que el intercambio había sido por las no coaliciones.

El tema siempre estuvo presente desde el inicio de la actual legislatura; desde septiembre del año pasado varios diputados priístas blandieron la amenaza de que la única manera de transitar en la Ley de Ingresos para 2010, era negociando el tema de evitar las coaliciones ahí donde más le duele al PRI: Oaxaca y Estado de México.

En mi propio caso, recibí la amenaza de la bancada priísta por el estado de Oaxaca, a través de su entonces coordinador y hoy candidato a gobernador, el diputado Eviel Pérez Magaña, de que si seguía promoviendo la coalición en Oaxaca entre el PAN y el PRD me destituiría la mayoría priísta de mi encargo como presidente de la Comisión de Gobernación.Obviamente tal amenaza se convirtió en estímulo y me convertí en uno de los más decididos instigadores de esa alianza.

Pero, aun y cuando reconozco ese ambiente de chantaje y de intimidación, considero que haber firmado ese pacto en esos términos es un error de nuestro jefe nacional, y un abuso del gobierno del presidente Calderón con nuestro partido. Así se lo expresé con toda claridad a César Nava, quien por lo demás ha dado a conocer sus motivos, el momento bajo presión en que lo hizo y el reconocimiento de que cometió un error.

Revelada la existencia de ese pacto por quien era su principal beneficiario, Peña Nieto, el diputado César Nava convocó a los medios e hizo circular copia del documento completo. Y a partir de ahí asumió el compromiso de decir cuanto fuera necesario para explicar que su voluntad, al momento de la firma, estaba lesionada por el chantaje de no aprobar las medidas fiscales.

A ese desplante correspondió la diputada Paredes con otro de mayor alcance, aunque absurdo e incomprensible para su mente brillante y su acción experimentada: hizo leer en la tribuna de la Cámara de los Diputados el texto completo del “convenio de colaboración” para tratar de reivindicar los términos del pacto, al que le daba incluso una valoración democrática. Exceso al que le agregó otro, la negación de que esa negociación entrañara compromiso alguno del PRI de intercambiar impuestos por votos, pues ahí nunca se señalaba.

Retado públicamente por la diputada Beatriz Paredes a debatir, y ridiculizado por la iracundia de la bancada priista como mentiroso, pero ausente en ese momento, César Nava regresó al día siguiente a responder reto y ofensas. Lo hizo muy bien y dejó acreditados varios hechos que respaldaron su dicho, pero su sola presencia fue el detonante de lo que vimos y sufrimos ese miércoles.

Nava ha asumido en lo individual la responsabilidad de haber firmado el pacto de Bucareli, pero es difícil consentir que tanto él, como el secretario de Gobernación actúen con ese margen de libertad personal y autonomía, siendo tan cercanos al presidente Calderón.

Por supuesto que no desconozco, ni rechazo, que en política la negociación es un instrumento fundamental para concretar bienes públicos. Llegar a acuerdos, pactar condiciones de entendimiento político, es substancial al ejercicio del poder. Lo que creo es que no todo se puede negociar, y que el límite son los principios democráticos y los valores éticos en los que se sustenta la acción de un político. El carácter confidencial de muchos de esos acuerdos tienen que ver con la eficacia práctica para el momento, pero siempre deben pensarse en un horizonte en el que su revelación no sea motivo de rubor. Los pactos que no se pueden sostener en la plaza pública, tienen problema en su origen y concepción. Gómez Morín fue claro y contundente en ello: “Que el espíritu de transacción y de componenda, no viole la levantada intransigencia de Acción Nacional”.

Por ello creo que, superado el aquelarre, el pacto de Bucareli se convertirá en un parteaguas de la relación entre el PRI y el PAN, y entre el PAN y el gobierno del presidente Felipe Calderón, porque entraña una historia más amplia y más preocupante.

Ya supimos que ese convenio no fue fruto de la casualidad como se quiere hacer ver, sino consecuencia de un modelo de comportamiento insincero hacia el país y los partidos políticos proveniente ni más ni menos que de los principales actores y responsables de la política interna de México. Ello tendrá consecuencias que espero se conviertan en definiciones puntuales en las próximas semanas.

Lo que me parece ridículo es que ahora los principales responsables de ese hecho llamen a los legisladores a comportarse con altura de miras y se envuelvan en la bandera de la gobernabilidad democrática para tratar de justificar lo que a todas luces fue un acto de políticos tahúres y no de demócratas, que estuvieron dispuestos —al impulsar la firma de ese acuerdo— a apostar hasta la misma derrota de su propio partido, con tal de hacer avanzar la aprobación de medidas fiscales, por cierto algunas de ellas muy cuestionables, como la condonación fiscal de 5600 millones de pesos para los nuevos operadores de servicios de telefonía móvil de tercera generación, entre los que Televisa será la empresa más favorecida con la inconstitucional exención.

Por supuesto que la parte más penosa no es quién incumplió primero y quién después, porqué motivos fueron desveladas sus cláusulas o por qué no se asentó la contraprestación priísta como si quedaron plenamente acreditadas las obligaciones del PAN; lo verdaderamente estrujante es el propósito y su contenido mismo: despejarle el camino hacia la Presidencia de la República a Enrique Peña Nieto, mediante un blindaje electoral que le evitaba enfrentar una posible coalición del PAN y PRD el próximo año en esa entidad —la que de darse seguramente triunfaría y por ende le abollaría seriamente sus planes al gobernador mexiquense—, además de que le brindaba una protección personal eliminando la posibilidad de criticarlo de manera personal.

El pacto ya ha generado las mayores tensiones en el interior tanto de Acción Nacional como del mismo PRI, aunque por diferentes motivos. Es claro que a los que militamos en el PAN nos ha metido en una incertidumbre y ha aumentado, en mi caso, la desconfianza sobre la lealtad y el compromiso que en el gobierno del presidente Felipe Calderón se tiene realmente para evitar la restauración de la plutocracia salinista en el país, que encarnan la hipoteca celebrada entre Enrique Peña Nieto y Televisa, la fábrica mediática que lo produjo.

En el PRI la tensión se debe al hecho de que lo convenido por la dirigencia nacional sólo se refiere a la protección de Enrique Peña Nieto y a ni uno más de sus gobernadores o actores de primera línea. Lo que evidentemente carga todavía más los dados para el mexiquense en la candidatura presidencial del 2012, pero además desalienta la idea de que la parte quizá más reformadora del PRI que representa Beatriz Paredes, esté en una genuina competencia en ese proceso, siendo ella misma la que suscribió el Pacto de Bucareli.

Este hecho pues, ha lastimado más de lo que puede suponerse por algunos. Metió veneno a la vida de los dos principales partidos de México. Es probable que en los próximos días la herida cierre en términos de la agenda mediática y del debate parlamentario, pero aunque cicatrice, son de las heridas que no dejan de doler. Precisamente porque traen veneno dentro.

Diputado federal del PAN


Oportuno e interesado llamado de Manlio Fabio a no seguir exhibiendo el cochinero.

8 marzo 2010

José Luis Sierra V.

Al conocerse los detalles de los acuerdos entre PAN y PRI que, por increíble que parezca, quedaron registrados en un documento con las firmas de los involucrados; al confirmarse la manera como acostumbran negociarse en la cúpula política del país los asuntos torales de la economía y de la política; al quedar exhibidos ante la ciudadanía tanto César Nava, como Beatriz Paredes, Fernando Gómez Mont y Enrique Peña Nieto, los mexicanos debiéramos tomar las medidas pertinentes para defendernos por nosotros mismos, de luchar con nuestras propias armas, ya que el entramado institucional está podrido y sus ocupantes hacen caso omiso de la ley y de los intereses generales, a los que debieran honrar, cumplir y hacer cumplir.

Todo se vale para lograr o acercarse a los objetivos particulares o facciosos. Todo está en venta y todo, todo puede negociarse. Así nos lo confirmó la inefable Beatriz Paredes, en plena ceremonia conmemorativa del 81 aniversario del PRI, cuando tuvo el tupé de reclamarle al PAN por “haberse olvidado que gracias al PRI el presidente Calderón pudo tomar posesión de su cargo…”.

¡¡Sopas!! ¡¡Cuánta torpeza o cuánto cinismo de la Señora Presidenta del PRI!! Para mejor decir: torpeza y cinismo, a la vez. Si antes teníamos sospechas, si antes sólo se intuía que tanto Ulises Ruíz como el Góber Precioso habían sido salvados por las “negociaciones en lo oscurito” de los juicios penales a los que debieron sujetarse; ahora se sabe que esas y cosas tan graves como esas, fueron materia de negociación y resultado de indignantes acuerdos. Si antes teníamos algunas señales de que la gubernatura de Yucatán había sido negociada, a favor del PRI, gracias a los buenos oficios y a las malas artes de don Emilio y de don Camilo, si antes pudimos percibir la manera como el candidato del PAN fue dejado en la estacada, ahora sabemos a ciencia cierta, que su debacle no fue circunstancial sino consecuencia de los acuerdos fraguados al amparo de las urgencias presidenciales.

Hemos podido constatar que es así como se negocian y se resuelven las diferencias electorales entre las ramas del PRIAN, no importa si lo que se sacrifica es la ley, los ingresos familiares o el voto ciudadano. Todo sea por los acuerdos entre mafiosos, todo sea por su presente y su futuro, por sus intereses facciosos.

Quizá eso explique la oportuna e interesada demanda, que no solicitud, formulada por dom Beltrone a sus pares, para que cumplan y respeten la OMERTÁ, que cesen yá de jalar la cobija por el riesgo de quedar todos expuestos. Oportuno llamado el de dom Beltrone para dejar de esparcir mierda con ventilador…


Recuento de experiencias yucatecas contra las imposiciones.

4 marzo 2010

Con Graciliano Alpuche, producto de una imposición del PRI, en el propio PRI se gestó un movimiento de resistencia, primero, que derivó en su caída. Esto sucedió en 1985.

La división que generó la candidatura de Víctor Manzanilla Schaffer entre el priísmo yucateco hizo que, en 1991, al cabo de tres años de su mandato y tras rendir pésimos resultados en las elecciones intermedias, se gestara un movimiento al interior del PRI que logró su destitución.

Víctor Cervera desde el gobierno se hizo del control absoluto del PRI. Impuso al candidato que debiera sucederlo, sin mayor oposición interna, pero la sociedad yucateca impidió con su voto, en mayo de 2001, se consumara la imposición de Gobernador. Algo similar ocurrió tres años después, ya que Cervera Pacheco, que mantenía el control total del PRI, se hizo de la candidatura a la Alcaldía de Mérida pero la ciudadanía impidió con su voto que la alcanzara.

Patricio Patrón, quien alcanzó la gubernatura siendo “un panista más”, se hizo del control absoluto de su partido desde el Gobierno. Impuso candidato para sucederlo y, de nueva cuenta, los yucatecos con su voto impidieron se consumara la imposición facciosa.

Ivonne Ortega se ha apoderado del PRI y ha convertido al Gobierno en un feudo familiar (con el cuñado en la Procuraduría, dedicado a hacer el “trabajo sucio”; con su compadre manejando al PRI; y con su chofer y su primo, Jorge Canul y Álvar Rubio, controlando la logística de movilizaciones y a los “grupos de choque”). Ivonne Ortega ha dicho y nos ha demostrado que va por Mérida y por el control total del Congreso. Y para eso impuso como candidatos a incondicionales. En el PRI no hay quien se oponga a los excesos de Ivonne y de su grupo. Tampoco, se le ven al PAN tamaños y capacidad para hacerlo. ¿Tendrá la sociedad yucateca los arrestos necesarios para resistir e impedir una nueva imposición?


Olor a podrido. (D. Dresser; Reforma; FRAGMENTO)

22 febrero 2010

Por Denise Dresser (Reforma; 22 feb. 2010).

En días recientes, Felipe Calderón ha logrado algo sorprendente: aparecer simultáneamente como un mentiroso, un incompetente, o un hombre deshonroso en cuya palabra no es posible confiar. Mentiroso, si es que sabía lo que su secretario de Gobernación negociaba con el PRI, aún cuando su subalterno lo niega. Incompetente, si es que no estaba al tanto de algo tan importante y ahora mantiene a Fernando Gómez Mont a pesar de haber actuado al margen de la voluntad presidencial. Deshonroso, si es que armó un acuerdo con los priistas y ahora lo rompe. En los tres casos queda mal. Pero lo que se ha perdido de vista detrás de la falta de operación política de Los Pinos, de la Secretaría de Gobernación y del PAN es un hecho insoslayable y más grave: el tipo de pacto que el PRI propuso y que Fernando Gómez Mont avaló.

Ése es el escándalo más grande. Ése es es el acto más condenable. Ése es el proceder que huele a podrido y que mantiene a México anclado en la mediocridad permanente. El PRI propone apoyar el presupuesto a cambio de que el PAN no vaya en alianza con el PRD en las próximas elecciones. El PRI acepta aumentar el gravamen a los contribuyentes a cambio de dejar intacta su estructura en Oaxaca, y el PAN acepta la transacción. En pocas palabras, impuestos a cambio de impunidad. Impuestos a cambio de cacicazgos. La anuencia fiscal del PRI canjeada por la abstinencia electoral del PAN. Exprimir aún más a la población a cambio de permitir que camarillas como la de Ulises Ruiz continúen gobernándola de manera autoritaria en los estados. Asegurar el financiamiento para los gobernadores a cambio de coartar la competencia en contra de sus delfines designados. El PRI negoció -en lo oscurito- un pacto perverso y Gómez Mont lo suscribió con el beneplácito de su jefe, porque de no ser así ya lo hubieran despedido por deslealtad.


La PRECAMPAÑA nos dejó peor que antes: engañados, burlados e indefensos.

10 febrero 2010

José Luis Sierra V.

A punto de concluir la etapa electoral que debió ser PRECAMPAÑA, podemos hacer un breve recuento de situaciones y resultados.

Mal empieza la semana quien se suicida en domingo…El IPEPAC hizo lo humanamente posible para aparecer ocupado en las cuestiones técnicas de la votación con el propósito de dejar hacer dejar pasar todo, confirmando su carácter de ESTATUA DE SAL, órgano pasivo cuyas omisiones rayan en la COMPLICIDAD con el PRI-Gobierno, absoluta sumisión a los dictados del Despacho de la Gobernadora.

Contigo aprendí que la semana tiene más de seis domingos…El PRI nos dio un adelanto de lo que será el resto de la campaña: mucho dinero y muchos recursos técnicos dedicados a la presentación física de sus candidatos, con el abierto propósito de esconder su vaciedad, su falta de trayectoria, de conocimientos y de capacidades. El PRI dejó saber que no viene a convencer sino a avasallar. Al plantear el “RESCATE DE Mérida” como su objetivo electoral dejan ver el autoritarismo que los mueve: MERIDA NO FUE NI ESTÁ SECUESTRADA, esta gobernada por quienes decidió el voto ciudadano.

Un partido para el que todos los días son jueves…El PAN, fue el único partido que real y efectivamente realizó una precampaña. El PAN salió fortalecido de su proceso interno, por la legitimidad que obtuvo ante el juicio ciudadano, por la unidad y la suma de fuerzas que supieron demostrar tras el desenlace. Pese a lo anterior, sigue sin mostrar tamaños para vencer a la OLA ROJA. Aparece todavía como “PAN con lo mismo”: su candidata arrastra cargas y cuestionamientos similares a los que arrastra su principal contrincante, la muñeca BARBIVOM. El PAN, si quiere tener oportunidad de vencer, deberá REINVENTARSE retomando las demandas ciudadanas con propuestas novedosas (proyecto integral de transporte y de vialidad), imaginativas (METROBUS y proyecto Corazón de Mérida), socialmente comprometidas (atención a viejos, apoyos a hogares encabezados por mujeres, empleo, salud y seguridad pública).

Los que no saben que existe el mañana…La CHIQUILLERÍA PARTIDISTA demostró que permanecen en la etapa del infantilismo político, que carecen de capacidad, de madurez, para pensar más allá de las candidaturas y su asignación, para ocuparse en algo más que la disputas por el dinero y las canonjías. Ni los partidos de izquierda, ni los partidos mercantiles (PV, PANAL) tuvieron presencial real en este período de precampañas, como seguramente no la tendrán de manera significativa en las urnas y en los resultados que éstas arrojen.


El PRI descalifica y sataniza las alianzas electorales. ¿Es que nunca calcularon que las personas iban a reaccionar por dignidad, por hartazgo?

26 enero 2010

Uuuuuaaaayyyy!!! El padre del engendro fiscal de diciembre, de ese y de muchos otros engendros más, dice que las posibles alianzas de PRD, PAN, PT, en varios estados ¡¡SON ENGENDROS, contranatura!! Y tú, amigo lector, cibernauta amiga, ¿tu aceptas ser de la MISMA NATURALEZA que Manlio Fabio (a) Dom Beltrone? ¿Y las alianzas con el Verde y con el PANAL?¿Esas si son naturalitas, monumentos de moral y de principios?

Ahora fue la Paredes la que se lanzó indignada a condenar cualquier posible alianza partidista que pueda enfrentar y/o afectar al PRI. Las llamó ALIANZAS VERGONZANTES. ¿Y qué tipo de alianza será la que negoció ella con los obispos para sacar adelante las reformas contra el aborto, en todos los estados, en alianza con el PAN?

Si tanto escozor les causan las alianzas y las combinaciones de siglas partidistas a los abanderados del “NUEVO PRI”, ¿por qué no empezar a llamarnos el Frente de los Ciudadanos Decentes o Alianza Nacional contra la Corrupción? Nada más, unidos contra la corrupción, el engaño y las tranzas electorales que representan y encarnan tan reprobables personajes. Digo, para empezar a llamar las cosas por su nombre…

Pasemos revista, aunque sea por encimita, lo que han escrito algunos editorialistas ma’ o meno’ enterados del asuntacho:

Roberto Rock (El Universal; 25 ene. 2010).

Es importante analizar la indignación tricolor en este tema, pues con diversos adjetivos, Beltrones, Paredes y Peña han alegado la discrepancia ideológica que guardan las plataformas de perredistas y panistas, que podrían personificar —no sin esfuerzos serios— la misma geometría que construyó en Chile la Concertación entre socialdemócratas y socialistas, que permitió extirpar de la política chilena los resabios de la dictadura pinochetista y otorgó a ese país un largo ciclo de prosperidad y armonía.

El PRI exhibe los dilatados efectos de la reducción de espacios internos para el debate ideológico. La falta de una verdadera reflexión doméstica asfixia su visión y estrategias. Sus Estatutos son ejemplo de pragmatismo y de conveniencia, lo que lo ha llevado a subordinarse a iniciativas que, como las reformas en materia de aborto, lo desnudan como partido de derechas. O peor: como un partido enemigo de las ideas.

La alternancia en el gobierno no ha debilitado —incluso lo consolidó— el caciquismo político que ha hecho de los gobernadores virreyes absolutos en sus territorios. ¿Cómo enfrentar la miseria en Oaxaca, Hidalgo, Durango, Puebla o Veracruz, los bajos índices educativos, el nepotismo, la corrupción desbocada, los nexos con el crimen organizado, la subordinación del Congreso, los tribunales locales y los órganos electorales, si el gobernador en turno usa los recursos como patrimonio personal y la estructura toda del poder le permite realizar elecciones de Estado?

Si nuestra maduración democrática no coloca al caciquismo político entre sus objetivos a vencer, éste se reproducirá más allá de las siglas de un solo partido, como ya ocurre en Chiapas, antes con Pablo Salazar y ahora con Jaime Sabines; en Tlaxcala con la jettatura de Beatriz Paredes, o en Zacatecas, entidad donde podríamos ver una singular alianza entre PRI y PT para enfrentar a Amalia García y a su poderosa hija, la senadora perredista Claudia Corichi.

Denisse Maercker (El Universal; 25 ene. 2010).

Pero más allá del evidente enojo de los priístas la pregunta es si una alianza así es legítima. Está claro que en una democracia consolidada la alianza entre dos partidos ideológicamente en las antípodas resultaría improbable e improductiva. ¿Qué agenda lo justificaría? ¿Por qué no mejor aliarse con fuerzas políticas cercanas? Pero nosotros no estamos ahí. En una democracia incipiente como la nuestra, peor aún en estados como Hidalgo y Oaxaca, el eje en torno al cual se acomodan las fuerzas es el de autoritarismo versus democracia. Y entonces la alianza entre contrarios no sólo se explica sino que resulta vital y necesario para el avance democrático.

Y si quedaban dudas de la legitimidad de estas alianzas, el discurso de Beatriz del viernes nos recordó que los priístas no han todavía aprendido a ser un partido más dentro del sistema de partidos e insisten en presentarse como los únicos representantes verdaderos del conjunto de la patria. Los priístas confunden pluralidad con polarización y rompimiento. Y se imaginan como el antídoto al inevitable resquebrajamiento que trae aparejada la libre discusión de las diferencias. Manlio, Beatriz y Enrique acusan al PRD y al PAN de carecer de ideología, ¿y la de ellos? A juzgar por la definición que dio Beatriz el viernes en Veracruz, son la encarnación de la historia toda: “tienen estirpe independentista, raigambre revolucionaria, son garantes de la armonía, el diálogo y de la construcción progresista de la estabilidad del país, liberales y de izquierda dentro de la Constitución mexicana”. ¡Increíble que con toda esa genealogía detrás sean incapaces de pronunciarse sobre temas concretos y actuales!

Es cierto que PAN y PRD en estos inicios democráticos han polarizado y confrontado innecesariamente al país, el costo lo hemos pagado todos y ha sido alto, pero la solución que plantea el PRI es el regreso a un México donde las diferencias se matizan y diluyen, donde se rehúye el conflicto, donde reina el pragmatismo y se ocultan los intereses divergentes.

La democracia mexicana está en juego y los desilusionados son legión.

Por sus errores y excesos panistas y perredistas están a punto de garantizar la restauración del viejo régimen. Por eso, y porque el PRI no ha cambiado, es que esas alianzas tienen sentido.

Miguel A. Granados Chapa (Reforma; 25 ene. 2009).

El secretario de Gobernación se entrometió ese día en la discusión pública que los partidos sostienen a propósito de coaliciones opositoras al PRI en que figura su partido. Coincidió en descalificarlas con posiciones de priistas notorios. Fue inequívoca su condena al esfuerzo conciliador de partidos que suelen pugnar entre sí. Las coaliciones, dijo en un foro en El Colegio de México, «son antidemocráticas» porque «empobrecen una relación sólida entre los políticos y la sociedad». Y fue más allá todavía: «se debe garantizar que tengan un efecto de gobierno: si no… se acaban convirtiendo en una especie de fraudes electorales».

Tardíamente advertido de que se había manifestado en sentido contrario a una estrategia que su propio partido explora y está a punto de consumar en algunas entidades, Gómez Mont pretendió rectificarse a sí mismo. Dijo que había calificado de aquel modo a las coaliciones puramente coyunturales, convenencieras, pero que las hay de otra clase, las que se fundan «en la convergencia de ideas y causas», las que persiguen «una agenda de transformación que significa una obligación con los ciudadanos». Y para ejemplificar su reciente credo coalicionista, nuevo de 24 horas, habló de la Concertación por la democracia chilena, que acaba de perder la Presidencia de la República en sus manos durante 20 años.

En efecto, esa coalición es el ejemplo perfecto de alianzas entre partidos diferentes y aun antagónicos (que es uno de los puntos a discusión en el actual debate sobre concertación de partidos). Durante décadas, antes del golpe militar de 1973, los partidos socialista y demócrata cristiano contendieron entre sí por el poder presidencial y la representación parlamentaria. En dos ocasiones una de las dos formaciones venció a la otra: en 1964 el democristiano Eduardo Frei Montalva derrotó al socialista Salvador Allende pero éste a su vez ganó en 1970 la Presidencia al democristiano Radomiro Tomic. Fueron también antagónicas sus posturas ante el cuartelazo de Pinochet: mientras el partido demócrata cristiano lo apoyó disimuladamente, el socialista lo sufrió de manera cruel. La ferocidad de la dictadura, sin embargo, los unió sin que ninguno depusiera sus fines. De ese modo, juntos decidieron la salida del déspota y juntos llevaron a la Presidencia a dos democristianos, Patricio Aylwin y Eduardo Frei Ruiz Tagle (hijo de Frei Montalva) y a los socialistas Ricardo Lagos y Michelle Bachelet.

En el ámbito parlamentario no son extrañas las coaliciones entre partidos adversarios. Han gobernado juntos a Alemania la social democracia y la democracia cristiana, que habitualmente se oponen, y no hace mucho se concertó una alianza inédita entre protagonistas de la política española. El Partido Socialista Obrero Español, PSOE, y el Popular, PP, que continuamente se lanzan los platos a la cabeza, tanto en el ámbito federal como en las comunidades autonómicas, pactaron desplazar del gobierno del País Vasco a los nacionalistas que lo regían desde el advenimiento de la democracia electoral, y con el apoyo de los populares fue elegido lehendari el socialista Patxi López. A los de ese modo postergados miembros del PNV esa alianza les pareció ruin y sucia, mezcla de agua y aceite. De haberse producido en el actual contexto mexicano, Beltrones y Peña Nieto le habrían aplicado su severo dictum: engendro contra natura, o unión perversa.

Y es que el PSOE y el PP consideraron prioritario arrebatar el poder al nacionalismo vasco, como el PAN y el PRD (y los demás integrantes de la antigua coalición Por el Bien de Todos) estiman necesario y aun urgente aliviar del gobierno priista a estados como Durango, Oaxaca e Hidalgo.

Antes de la crisis de su relación, causada por el desenlace del proceso electoral 2006, el PAN y el PRD habían marchado juntos en pos de gobiernos estatales. Algunos intentos fructificaron y otros no, y los que fueron exitosos electoralmente (Chiapas, con Pablo Salazar Mendiguchía, y Nayarit, con Antonio Echavarría) no satisficieron a los partidos participantes, pero eso es otro asunto, porque tal como las definen las leyes, y al contrario de lo que supone Gómez Mont, las coaliciones son pactos de alcance estrictamente electoral. La actitud que priva entre esos partidos desde hace 40 meses es el factor que provoca simulada extrañeza ante su pretensión de actuar juntos en ciertas entidades.

Por lo demás, no hay coaliciones químicamente puras, y lo saben quienes denuestan las alianzas. Cuando el gobernador mexiquense califica de perversos ciertos acuerdos electorales, uno cree escuchar al burro hablando de orejas. Como en otras entidades, el PRI en el estado de México se asocia con el Partido Nueva Alianza, como si no fuera verdad que su propietaria, Elba Esther Gordillo, fue groseramente expulsada de aquel partido.


Dos demagogas en campaña: nos ofrecen alumbrar con el sol sin ocuparse de los focos fundidos…

18 enero 2010

Una nos dice que hará de Mérida la CAPITAL TECNOLÓGICA DEL SURESTE, la otra jura y perjura que acabará CON LAS DOS MÉRIDAS. ¿Qué no se habrán dado cuenta que gobernarían escasos 27 meses? ¿Por qué no dejan de esgrimir mentiras y tratan de formular propuestas factibles, realistas? Digo, aunque les cueste trabajo hacerlo…

A ver Angélica, ¿Que harías con la policía municipal, la entregarías a Saidén?¿Y qué del gravísimo problema del transporte; les vas a dejar el manejo a los camioneros, tus socios en la elección?¿Vas a meter en cintura a los fraccionadores, entre ellos al señor Espadas, el padre de tus hijas?¿Vas a oficializar la Mérida de los Chiquilotes que vienes promoviendo desde el IVEY?

A ver, Beatriz: ¿cuál es tu propuesta en materia de transporte?¿Cómo crear los empleos que Calderón prometió y no cumplió, particularmente para los pobladores del oriente y del sur-sur de la ciudad? ¿Consideras que la bajísima calidad de la enseñanza debe ser asunto del Municipio? Se han multiplicado los robos a casas habitación, ¿cuál es tu propuesta en este renglón?¿Que ofreces en materia de abasto popular; guarderías; vialidad?


¿Y qué hacemos con el IPEPAC?

14 enero 2010

Si alguna duda quedaba de que el IPEPAC lejos de ser expresión de legalidad, imparcialdad y transparencia, lejos de defender los intereses de la sociedad por encima de las pugnas facciosas sigue siendo instrumento de la dupla PAN-PRI, un operador al servicio de la Ñora del Justam y del Fondo de los Gobernadores.

¿Por qué sostenemos tan grave sentencia? Apenas iniciado el proceso electoral que culminará el 16 de mayo próximo, apenas han transcurrido las primeras dos semanas de la fase establecida para las PRE-CAMPAÑAS, partidos y candidatos (PRI y PAN, hasta ahora) ya rebasaron ampliamente el tope económico establecido para TODA LA ETAPA.

El PRI, nada más con los acarreos y el derroche de regalos y “pagos” que rodearon a los eventos de arranque en los 15 distritos y en la Casa del Pueblo, nada más con contabilizar esos costos, se hubieran rebasado los topes establecidos. A eso agréguele los costosos y numerosos espectaculares (para el caso de la Pirujita), los spots de radio y T.V., las “lunetas” en cientos de autobuses urbanos además de camisetas, pago de “visitadores” y una costosísima campaña telefónica (que se pretende disfrazar con “información de la diputada Araujo”, cuando ¡¡YA SOLICITÓ LICENCIA Y HACE CAMPAÑA POR EL MUNICIPIO!!).

Aunque los derroches del lado blanquiazul no han llegado a los niveles de los tricolores, tampoco se han limitado a cumplir con los límites marcados por la ley y que el IPEPAC TIENE OBLIGACIÓN DE MONITOREAR y sancionar.

¿Qué podemos esperar de ese organismo ciudadano una vez que hayan arrancado formalmente las campañas y la labor de candidatos y partidos sea finananada descarada y abundantemente con recursos públicos, del Gobierno estatal para el caso del PRI, del Federal para el caso del PAN?

Desde mi particular punto de vista, el IPEPAC no puede ser solución al problema de la corrupción de los partidos políticos, del derroche de recursos públicos y turbios que se hace en las campañas. No puede ser solución por la simple razón de que ES PARTE DEL PROBLEMA, del grave problema de corrupción que pervirtió a las estructuras electorales y partidistas y, como consecuencia, a los procesos de elección. ¿Así o más claro?


Si se pone buzo el PAN puede arrasar en Mérida…

24 diciembre 2009

Nada más con pensar en la ciudadanía, en la sociedad, el PAN pudiera armar un trabuco electoral que le devolviera respeto y confianza a la política y, de paso, le otorgase un triunfo contundente en las urnas.

Deténgase a pensar, estimado lector, cibernauta amiga, qué puede esperarse de Víctor Caballero como candidato del primer distrito ante un Hugo Laviada o un Luis Correa Mena. Con panistas de pura cepa, que han sabido ganarse y mantener un prestigio personal y político, el PAN puede contrarrestar a los representantes del populismo ivonniano, enfrentarlos y derrotarlos distrito por distrito, hasta conseguir un triunfo rotundo en la mancha urbana meridana.

¿Y en la alcaldía? Combinar a panistas de rostro fresco (ya no más Magalis ni Rosas Ceballos, por favor) con candidatos ciudadanos, personas especializadas en sus campos profesionales como Humberto Sauri Duch en materia de Planeación, Luis Medina Cantillo para el manejo financiero, doctores, abogados, contadores, desde luego, algunos líderes de colonias y comisarías, presentando un equipo de personas capaces, honestas, con trayectoria profesional y política. Todo lo contrario a la planilla del PRI, integrada por juniors sin oficio ni beneficio, personas “plantadas” por algún capo mafioso, traficantes de influencia “sembrados” para servir intereses ilegítimos.

De verdad que al PAN se la pusieron fácil, muy fácil si deja de pensar en sus tribus internas y de actuar con “cuotas facciosas”. Muy fácil si se decide a servir a la sociedad meridana y yucateca llamanado a los mejores hombres y las mejores mujeres a contender bajo sus siglas, con un proyecto incluyente y transformador.

¿Podrá el PAN hacerlo? ¿Lo dejarán los laviadistas que lo controlan? ¿Sabrían plantearlo, impulsarlo y construirlo los integrantes de los grupos minoritarios, de los ahora marginados o excluídos?


Otra rayita en la piel del NUEVO PRI: sus senadores avalan el nombramiento de Chávez Chávez como PROCURADOR…

24 septiembre 2009

Apenas empieza la LXI Legislatura y los representantes del NUEVO PRI ya han dado muestras fehacientes de sus compromisos contranatura, de la alianza (complicidad) que mantienen con el PAN, con el presidente Calderón y con los PODERES FÁCTICOS.

Primero fue el pasaje indignante de las Diputadas Nodrizas, ahora, en el Senado de la República, emitieron voto unánime para avalar la designación de Arturo Chávez como titular de la PGR, a pesar de su comprobada incapacidad, a pesar de habérsele demostrado “tráfico de influencias” en beneficio de un hermano, a pesar de pertenecer al despacho más poderoso de “traficantes de influencias” que opera en México: la sociedad Fernández de Cevallos-Lozano Gracia.

¡¡Desde luego que el respaldo del PRI no fue de gratis!! Pero ya pueden imaginarse los muchos y graves “asuntos pendientes” que pueden tener en la PGR personajes de la calaña de Emilio Gamboa, Carlos Salinas, Roberto Madrazo, Beltrones, Murat, Ulises Ruiz… asuntos que permanecerán en la congeladora gracias al maridaje PAN-PRI, gracias a la debilidad del presidente Calderón que lo lleva a establecer pactos con el diablo mismo.

No pasará mucho tiempo antes que el NUEVO PRI le meta otra puñalada trapera a la ciudadanía. Ya está por votarse el presupuesto y los ingresos para el 2010. Podemos adelantar que el PRI votará a favor de la propuesta de Calderón, con algunos cambios en los nombres de los impuestos y en las cifras, pero con el mismo criterio de continuar cargando a las clases medias y a los causantes cautivos.

Y es que si no le autorizan esos ingresos a Calderón ¿cómo van a poder exigir las participaciones y las transferencias para sus gobernadores? ¿Se imaginan la situación que se viviría en Yucatán, por ejemplo, si la Gobernadora no contase con dinero para seguir entregando zapatitos y sillas de ruedas? ¿Se imaginan qué sería de este Gobierno si le retirasen los fondos para los acarreos y para los festejos; si tuviera que reducir los cochupos a la prensa y el financiamiento de la “ola roja”?

¿Saben cómo van a votar las CINCO LUMINARIAS que tuvo a bien enviar la Seño de los Cochis en su representación a la Cámara de Diputados? ¿Les queda alguna duda de cómo votarán estos “representantes populares”? ¿Les queda alguna duda del comportamiento del NUEVO PRI a la hora de las votaciones?

No falta mucho para que veamos aparecer otra raya en la piel del tigre…


Del proceso ejemplar, con METRÓPOLISUR, al albazo legislativo, al primitivismo político de Ivonne Ortega y de sus diputados.

22 septiembre 2009

José Luis Sierra V.

¿Te acuerdas del proyecto de METRÓPOLISUR que propuso Patricio Patrón en 2005, a 23 meses del final de su mandato?

METRÓPOLISUR contemplaba un crédito por mil 48 millones de pesos y proponía OCHO acciones o proyectos urbanos: 1) La construcción de un nuevo aeropuerto en las inmediaciones de Hunucmá; 2) dedicar 500 Has. del aeropuerto Manuel Crescencio Rejón para el desarrollo de un proyecto inmobiliario y comercial; 3) la construcción de un parque zoológico; 4) el desarrollo del Parque Metropolitano y la construcción del Teatro de la Ciudad; 5) la construcción del Museo de la Civilización Maya; 6) el desarrollo de un complejo hospitalario, para derechohabientes y/o para población abierta; 7) la instalación de instituciones de educación técnica y universitaria en ese sector de la ciudad; 8) el desarrollo de una red vial y de transporte público para ayudar a superar el aislamiento de la zona sur meridana.

La propuesta del gobierno panista se presentó a la sociedad y se entregó al Congreso con todos los estudios de factibilidad técnica y financiera. El Congreso, con mayoría panista, escuchó los reclamos del PRI y organizó un foro de expertos para contar con elementos de análisis suficientes antes de emitir una resolución.

El Congreso del Estado, a pesar de estar dominado por el PAN, rechazó la solicitud de endeudamiento del Ejecutivo y, con ello, se cayó el proyecto METRÓPOLISUR.

Fueron protagonistas de estas jornadas y artífices del rechazo parlamentario los entonces diputados Federico Granja Ricalde, Jorge Carlos Ramírez Marín y Rolando Zapata Bello.

¡¡Qué diferencia a lo que acaba de ocurrir en Yucatán y que fue avalado en el Congreso, en fast track, por una mayoría sumisa, servil!!

Con estos antecedentes tan cercanos resulta del todo inaceptable la opacidad, la falta de escrúpulos con que se presentó una solicitud de endeudamiento millonario: sin proyectos, sin propuestas de inversión ni consideraciones financieras, sin “candados” y sin compromisos por parte del Ejecutivo. Y los diputados priístas no se atrevieron siquiera a retrasar unas horas la demanda caprichosa y tramposa de su jefa. No se atrevieron a presentar siquiera un listado de dudas, de preguntas elementales, lógicas, indispensables ante el monto y la premura del endeudamiento.

¿Qué diferencia, amable lector, cibernauta amiga, con los priístas cuando eran opositores! Una diferencia abismal, de blanco a negro, una diferencia tan profunda como la que hay entre la complicidad del delincuente y la ética republicana del auténtico representante popular.

De la Gobernadora mejor no escribo nada porque nada se puede esperar de una mujer mentirosa, de una política oportunista, de una trepadora social.


El tabasqueño advierte que el tiempo apremia para resolver los males que aquejan a México. Andrés Manuel López Obrador

21 septiembre 2009

(Reforma; 21 septiembre 2009).- En forma respetuosa, me dirijo a ustedes para compartirles la visión que tenemos sobre el origen de los males que aquejan a la nación y expresarles los propósitos reales y sinceros de nuestro movimiento.

La decadencia que padecemos, según nuestro punto de vista, ha sido ocasionada por un grupo minoritario de políticos corruptos y de traficantes de influencias disfrazados de empresarios que se conformó desde el gobierno de Carlos Salinas para imponer una política de pillaje contraria al interés nacional. Esta mafia ha confiscado todos los poderes y actúa, en los hechos, como un supremo poder oligárquico, que manda por encima de los ordenamientos constitucionales y domina porque posee o controla a la mayoría de los medios de comunicación, a los cuales utiliza para engañar y manipular a la sociedad. De esta forma, en los últimos 20 años, unos cuantos lograron una acumulación de riquezas sin paralelo en ninguna otra parte del mundo; pero, en contraste, México se ha convertido, en ese mismo lapso, en uno de los países con mayor desigualdad económica y social en el planeta.

Puede ser que no compartan nuestra percepción, pero es innegable que ustedes mismos han sido víctimas de esta política facciosa. Por ejemplo, a ustedes los obligan a pagar precios altos en energéticos, bienes y servicios (electricidad, combustibles, telecomunicaciones, materias primas, créditos bancarios); los mantienen sometidos a un régimen fiscal oneroso y regresivo y, por si fuese poco, los ponen a competir con productos importados de países donde los gobiernos apoyan y protegen a sus sectores productivos. Por el contrario, el reducido grupo de empresarios y banqueros, nacionales y extranjeros, que forman parte de la élite dominante, goza de todos los privilegios: no pagan impuestos o se los devuelven; son favorecidos con privatizaciones, concesiones, compras y contratos gubernamentales; los rescatan con recursos públicos; les permiten especular en el mercado financiero e imponer prácticas monopólicas y a ellos sí los protege el gobierno de la competencia extranjera.

En la campaña de 2006, con la ayuda de los medios de comunicación, este pequeño grupo de potentados –Salinas, Fox, Roberto Hernández, Claudio X. González, Gastón Azcárraga y José Luis Barraza, entre otros– logró engañar a muchos de que yo amenazaba los intereses del sector empresarial, cuando lo que en realidad proponíamos era fortalecer al sector productivo y apoyar, de manera particular, a la pequeña y mediana empresa, la cual genera el 80 por ciento del empleo en el país.

Entre las políticas económicas que entonces propusimos, destacan: la reducción del gasto corriente destinado a la alta burocracia, con el propósito de liberar fondos para el desarrollo económico y social; la utilización del sector energético como palanca del desarrollo nacional, lo cual incluía la construcción de tres refinerías –que, dicho sea de paso, ya estarían terminadas– para dejar de importar combustibles y abaratar los precios de las gasolinas, el diesel, el gas y la electricidad; rescatar al campo del abandono a fin de lograr la soberanía alimentaria y dejar de destinar 25 mil millones de dólares al año para importar los alimentos que consumimos; fomentar la competencia y combatir las prácticas monopólicas.

Asimismo, sin aumentar ni crear nuevos impuestos, proponíamos una reforma fiscal sencilla y progresiva, sustentada, básicamente, en la eliminación de los privilegios a los grandes contribuyentes que, con el régimen actual, evaden alrededor de 400 mil millones de pesos anuales.

No obstante, como es sabido, esta camarilla que orquestó el fraude electoral logró imponer a Calderón, con ello siguió la corrupción y ahora estamos pagando las consecuencias: hay mayor desempleo, más pobreza, y se desató la inseguridad y la violencia que impide a todos vivir sin miedos ni temores. Pero lo peor es que pretenden llevar sus excesos al extremo, aunque terminen de arruinar a México.

Ahora lo vemos de nueva cuenta: las medidas dadas a conocer para supuestamente enfrentar la crisis de las finanzas públicas no son más que otra vuelta de tuerca para seguir exprimiendo a la inmensa mayoría de los mexicanos. Es más: aumentar impuestos e incrementar los precios de las gasolinas, el diesel, el gas y la energía eléctrica creará más inflación, profundizará la recesión y enviará a más empresas a la quiebra, lo que conllevará más despidos de trabajadores.

Ahora bien, qué proponemos nosotros: aplicar una política de austeridad republicana y suprimir los privilegios fiscales; es decir, si existe un faltante de 500 mil millones de pesos en las finanzas públicas, este déficit se puede cubrir ahorrando 200 mil millones del gasto corriente, sobre todo, reduciendo en 15 por ciento las partidas de servicios personales y de gastos de operación del gobierno; asimismo, es posible obtener otros 300 mil millones mediante el cobro a las grandes empresas de los impuestos marcados por la ley, una vez eliminados los regímenes especiales establecidos para beneficiarlas: la consolidación fiscal, la exención de impuestos por ventas de empresas en la Bolsa, tasas de impuestos sobre dividendos más bajas que en Estados Unidos, depreciación acelerada de activos, el abuso en la deducibilidad de donativos y el incumplimiento de pagos de créditos fiscales, entre otros renglones.

En suma, tenemos propuestas y vamos a seguir impulsándolas. Pero, al mismo tiempo, consideramos que las cosas no van a mejorar mientras el gobierno esté al servicio de unos pocos y no haya una auténtica democracia. Estamos convencidos que sólo con un verdadero cambio habrá nuevas reglas, será posible aplicar medidas como las que proponemos y alcanzar un crecimiento económico sano y sustentable, así como un desarrollo equitativo e incluyente. Estoy seguro que todos juntos, hombres y mujeres de buena voluntad, trabajadores y empresarios, podemos rescatar a México. Los invito a reflexionar con serenidad pero también a actuar con determinación y prontitud.

El tiempo apremia.


Si a los Diputados y a los Senadores les faltan ideas para tapar el “hoyo fiscal”, que recuerden que, en México, los poderosos no pagan…

1 septiembre 2009

Que las finanzas públicas traen un hoyo de 300 o 400 mil millones de pesos…

Que habrá que taparlo, como sea pero urgentemente, para el año que se inicia…

Propuestas sobre el posible financiamiento van, propuestas vienen…

Que no se aceptan nuevos impuestos, tampoco el IVA a medicinas y alimentos…

Que el petróleo ya no puede dar lo que tanto dio, por años…

No deja de sorprender que los más activos en producir ideas, o al menos en divulgarlas, sean Diputados y Senadores, esa casta de vividores que son, en buen a medida, los causantes del hoyo fiscal y de tantos otros desastres…

Que se junten el IETU y el ISR o, quizá, que se cancele el IETU y se aumenten los Impuestos Especiales…

Las ideas, poco a poco, empiezan a escasear. Se repiten las mismas propuestas…

Curioso, qué digo “curioso”, INDIGNANTE, que a ninguno de los Padres de la Patria se le ocurra cancelar las excepciones fiscales (transporte y agricultura, las más importantes) o proponer la anulación, de una vez y para siempre, del Régimen de Consolidación Fiscal, el mismo que permite y garantiza que las MAYORES EMPRESAS del país NO PAGUEN IMPUESTOS…

Al volverse pocas y magras las ideas va quedando en el aire sólo un par de ellas: AUMENTAR EL ISR y aumentar, también, algunos Impuestos especiales (siempre los mismos: tabaco, licores, uso de aeropuertos, automóviles nuevos)…

Al final de cuentas: que paguen más los que ya pagan; que paguen más los mismos que han apechugado con todas las reformas y con todos los hoyos fiscales…

Pero,¿saben qué? Hoy los tiempos ya no son los mismos, la Milagrosa ya no está para tafetanes, por eso se recomienda empezar a tenerle miedo a los causantes cautivos, miedo y respeto. La hora del “¡basta ya!” parece cercana, más les vale que no los provoquen, porque están, estamos, hasta el gorro de los abusos y de los errores de los políticos, empezando por Diputados y Senadores. Ya no estamos dispuestos a seguir dando dinero para que políticos corruptos de la ralea de Emilio Gamboa, sigan llevándose las maletas de dinero, y todo por servir a los poderosos y joder a los “causantes cautivos”, manera fiscal de llamarle a los PENDEJOS.  No vamos a seguir pagando impuestos que sirvan para pagarle a TELEVISA y a Lucerito los infomerciales del “Copetes” Peña Nieto o para pagar las cirugías y los reventones de Ivonne Ortega.

Más vale que Diputados y Senadores, si no lo saben yá, se vayan imaginando cuánta leña lleva el dulce, no vayan a creerse el rollo ese de la SEP de que en México nunca hubo Guerra de Independencia o de que la Revolución Mexicana fue sólo un rollo que escribió Enrique Krauze para los productores de Senda de Gloria…